Hace como 4 meses que no viajo ni escribo en el blog . Dediqué ese tiempo para solucionar una necesidad que cada vez se hacía más urgente: la vivienda. Durante varios años estuve alquilando con mi pareja un pequeño departamento y era nuestro principal gasto mensual. Cuando viajamos por cinco meses a Argentina dejamos el alquiler y tuvimos que repartir nuestras cosas en casas de nuestros familiares. Al regreso nuevamente la búsqueda para alquilar un lugar y la mudanza.
Definitivamente debía encontrar una forma de dejar de pagar alquiler, no solo para poder viajar más (viajar y pagar alquiler por un lugar que permanecerá vacío no es nada viable), sino también por tranquilidad financiera. Así que decidí poner en valor la azotea de mi casa donde viví de niña y convertirla en mi hogar. Por más de diez años la azotea había estado en completo olvido, los cuartos allí construidos servían solo de depósito. Soy afortunada de disponer de ese espacio, así que me dediqué a su remodelación y convertir lo ya construido en mi nueva casa.
En esos cuatro meses me sorprendió darme cuenta que me era muy difícil aplicar ciertas habilidades que pensaba que había aprendido viajando. En la mayoría de mis viajes no planeo todo con anticipación, desde el hospedaje, la ruta misma y los días, y puedo manejar las incertidumbres relativamente bien. Tal vez porque sé que es una situación temporal. En cambio durante la remodelación, surgieron muchos imprevistos y me fue difícil tomar las decisiones. Me costó manejar las incertidumbres porque implicaban tomar decisiones que una vez realizadas son difíciles de cambiar, son decisiones para largo plazo.
Los viajes siempre fueron para mi una forma de aprender, de enfrentar nuevas situaciones y en especial de escapar de la ciudad. Y creo que lo siguen siendo pero durante estos meses me di cuenta que es necesario contar con otra forma mucho más profunda y que dependa exclusivamente de mí para todo ello. Muchas veces se ha promocionado los viajes como forma de escaparse de la rutina, y me incluyo dentro de dichos promotores, pero ahora creo que los viajes no deberían ser considerados una forma de «escape». Me parece importante encontrar que esa rutina responda a una finalidad que consideremos importante, valiosa, y que el viaje también contribuya a esa finalidad.
Finalmente después de estos meses sin escribir ni viajar, vuelvo a reactivar el blog. Los viajes … veremos como se van desarrollando.
Es raro encontrar a blogers con conocimientos sobre este asunto , pero creo que sabes de lo que estás comentando. Gracias compartir un articulo como este.