Normalmente cuando pienso en cordillera lo relaciono con la sierra, pero no siempre es así. Los Andes también tiene una parte de selva y la Cordillera Azul es una de ellas. He viajado dos veces a su zona sur (entre Ucayali y Huánuco) y en cada viaje he visitado diferentes cataratas. El calor y la humedad son muy fuertes como para no refrescarse con la infinidad de caídas de agua que hay por esta zona. El punto de partida es Aguaytía (a tres horas de Pucallpa en auto), donde recomiendo quedarse dos días completos para tener tiempo de disfrutar de las cataratas y visitar la comunidad nativa Yamino.
Aquí les muestro 3 cataratas que conocí y unos toboganes que recomiendo visitar:
1. Catarata Velo de la Novia
Sin duda es la estrella de Aguaytía. Escondida entre las quebradas, es una catarata de aguas cristalinas que forma una piscina natural con peces de colores. Es perfecta para nadar, dar unos clavados, bucear y también para echarse en sus amplias rocas y descansar mientras escucha el ruido del agua y de los pájaros. Me acuerdo que la primera vez que fui no había puente y se tenía que cruzar por medio de una canastilla y cable. En cambio ahora hay puente para cruzar el río Yuracyacu, camino empedrado, servicios higiénicos y hasta zona de estacionamiento.
Solo se caminan 500 metros desde la entrada hasta la catarata.
Acceso desde Aguaytía: 23 km y 25 minutos en auto. Pueden ir en taxi. La primera vez fui en mototaxi.
Precios de entrada : Adultos 5 soles Niños 2 soles
En el camino a la catarata van a pasar por el famoso Boquerón de Padre Abad. Es el abra natural de la Cordillera Azul, es decir el punto más bajo formado por el río Yuracyacu que atraviesa las escarpadas montañas. Fue dado a conocer por el misionero franciscano Alonso Abad en el siglo XVIII, cuando exploraba caminos en busca de pueblos indígenas para evangelizar. Gracias a esta formación natural se pudo construir la carretera, uniendo así a Pucallpa con Huánuco y Lima.
Estén atentos en el trayecto de Aguaytía al Boquerón. Pasarán por territorios llanos, conocidas como las «Pampas del Sacramento». A lo lejos se ve la cordillera. El color verde oscuro de sus tupidos bosques con los rayos del sol dan la impresión de montañas «azuladas». De allí su nombre.
2. Catarata Santa Rosa
Es para quienes les gusta un poco de aventura. Se camina por aproximadamente 45 minutos entre cultivos (2 kilómetros). Es una ruta fácil, especialmente de ida porque la primera parte es bajada. Hay letreros y señalización para no perderse. Me gustó porque permite alejarse de la carretera, caminar en el monte, encontrarse con mariposas, algunos insectos palos, y también ver los cultivos de café, entre otros.
Acceso: 40 km desde Aguaytía hasta el caserío donde comienza la caminata. Se necesita una mañana o una tarde para visitarla.
La catarata está en la zona conocida como Divisoria, donde se cultiva buen café. Pueden comprar y preguntar por la gelatina de café. ¿Se animan a probarla?
3. Catarata Shambillo Alto
Hermosa pero solo para quienes estén acostumbrados a caminar. Aquí vine en mi primer viaje a Aguaytía y tuve que caminar entre varias zonas de cultivo, incluido cocales. No sé si actualmente será más seguro caminar por allí, pero mejor si contactan algún guía local. Recuerdo que estaba marcado solo una parte y después era difícil identificar la ruta. Viajé con una amiga y llegamos gracias a un señor que nos alcanzó a medio camino, pues iba a limpiar el canal que sale de la catarata. Gracias a él llegamos y pudimos regresar.
La catarata es hermosa porque es un lugar escondido entre las quebradas y la vegetación. Son como tres caídas de agua y subimos a la segunda que tiene una poza natural. Sentí que me bañaba en un lugar escondido en pleno bosque montano. Lástima tengo muy pocas fotos de Shambillo.
Tiempo: Requiere un día completo desde Aguaytía.
Acceso: De Aguaytía al Caserío Shambillo Alto en colectivo y luego caminar aprox. 3 horas.
4. Toboganes
No es una catarata pero es uno de los lugares que más me encantó de la Cordillera Azul. Es super divertido bañarse en estos toboganes, además de la corta caminata que se realiza para llegar. Formado por uno de los ríos afluentes al Yuracyacu. Tiene pozas donde se puede nadar.
Acceso: De Aguaytía ir hasta el puente pasando el túnel. Desde allí hay unas escaleras que llevan al camino, son como 30 minutos de caminata fácil.
Mapa de las Cascadas
Y hay muchas más cataratas por conocer. Espero se animen a visitarla, y también visitar sus zonas de cultivo. Como escribí en «Volviendo a Aguaytía: de selva de cocales a frutales«, es interesante conocer más sobre las frutas que producen y como ha cambiado la ciudad.
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